Me pregunto las razones de este sentimiento,
El porqué estás conmigo,
Yo no merezco nada de ti, ni de nadie,
Esta vez el cielo no es azul.
Nunca imagine un cielo alegre y colorido,
En mi mente sólo prevalece la imagen del cielo gris,
Corazón destrozado por la confusión,
Alma atormentada por no tener brújula ni dirección.
Camino por esas calles, la gente me rodea,
Y así me siento sola;
No estoy hecha para estar en este mundo,
Peor para que tú estés junto a mí.
Mis ojos no paran de mirar el vacío,
Las estrellas no se han aparecido,
El universo conspira en mi depresión.
Frustra no saber que es lo que pasa.
La gente sigue su vida, como robots que son,
No les interesa si el cielo es azul o gris,
Si es alegre o triste; Suicida o no,
Sólo viven por vivir.
Esta sensación no se me va,
Esta melancolía que está impregnada como perfume,
Sé que todos quieren preguntarme: ¿qué pasa?
El orgullo, la diferencia de clases, no lo permiten.
Miro lo más pequeño, cada detalle,
No encuentro nada, ni siquiera a la muerte;
Es horrible vivir en el limbo, en la incertidumbre,
Es algo, que nadie se lo merece.
Vuelvo a caminar junto con la gente,
Sigo pareciendo desapercibida,
Es hora de que tome una decisión,
Es momento que emprenda una marcha con mi brújula.
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