Perdió a sus padres… Primero fue papá… Luego mamá…
Su corazón se convirtió en negro y frío…
Ya no sentía… ¡Qué más se le puede pedir a una pequeña!…
Perdió a sus amigos… Uno por uno…
Su sangre se derramaba frente al río…
Poco a poco, su rostro de dolor figuraba otro…
Nadie, ahora, la conocía, era la nueva pequeña…
Fría y déspota… Bueno, así lo exigió la vida…
Ya perdió demasiado… No perdería de nuevo…
Ahora sus lagrimas son sangre…
Su alimento es sangre…
Y Ahora, de poco en poco, dejó de ser la pequeñita tierna…
Encerrada para siempre en un cuarto oscuro…
Decidió no volver a ver luz… Ni el sol…
Una pequeña que sufrió las perdidas…
Pequeña que estuvo a punto de perder su inocencia…
Va y viene el agua calmada
El agua que se convirtió en sangre y alimento
Pobre pequeñita, su inocencia perdida…
Espero hasta lo último para encontrar…
Para sentir amor y protección…
No llegó nunca y cuando lo busco…
Las puertas se le encerraron frente de su rostro
Pequeñita… Bebe… Como le decía su madre…
Ahora son palabras al viento…
Enterrados y comida por los gusanos…
Ahora… Ese sufrimiento…
Este sufrimiento acaba de llegar a su fin.
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