Poema III


¿Cuántas noches soñé con el cielo azul?
Ninguna, es la respuesta.
¿Por qué dejaste de creer?
Porque lo que veía mis ojos era hipocresía.


Quisiera volver a creer
En ti, en mí, en nosotros,
No puedo, me lo impide un corazón dolido,
Quisiera... pero no se puede.


¿Cuántas veces soñé con algo mejor?
Muchas, pero todas son ilusiones,
¿Por qué no eres egoísta y piensas en ti?
Porque... no tengo respuesta.


Creer o no, he ahí el dilema,
Confiar después de tanto sufrimiento,
¿Valdrá la pena?
No lo sé, todo es confuso.


Miro de nuevo al mar, tan majestuoso,
Impone presencia y temor, lo sé
Es mi héroe, mi ídolo,
Es quien se llevo parte de mi, de mi alma.


Él lo tiene todo, lo sabe todo,
Nadie le engaña, ni el mismo Dios,
Entonces, ¿Por qué no volver a las raíces?
Temor a salir con decepción, tal vez.


Fin de la historia, de la tuya, de la mía,
Sólo es un poema escrito por un corazón roto,
Confusión es lo que siente, y sólo habla,
Palabras al viento, nadie las escuchas.


¿Cuál es la razón valida a todo esto?
A mi alrededor, a tu alrededor,
No te engañes, no me engaño,
Todo es una farsa, o parte de ese todo.


Otra vez las palabras son llevadas por el viento,
Susurro por ahí, susurro por allá,
Gente que no comprende mis sentimientos,
Es complicado, lo sé; ni yo mismo me entiendo.


Vas y vienes, palabras que vienen y luego se van,
¿Entiendes lo que pasa?
No, o puede que no quiera hacerlo
Tan sólo déjame ver que hay en ese mundo.


De todo un poco, ¿verdad?
¿Es eso lo que ves, cierto?
Quedo muda, no expreso nada.
Te miro de nuevo, y me alejo...


Veo el cielo azul, que nunca soñé,
Veo a mi dueño, el rey de los mares,
Me veo a mi misma, me doy cuenta de una cosa:
Sólo soy una ilusión que vino y se fue.





1 comentarios:

Anónimo dijo...


Está claro que el dolor siempre inspira más que la propia felicidad. Este poema tiene sabor a ello. Muy bueno.